Normalmente asociamos Sant Juan a una fiesta loca, de petardos, hogueras y discotecas, bares y pubs llenos de gente, imposibles de pasar un rato a gusto. Encima te hacen pagar más por entrar y curiosamente siempre es un rollo. Pero a veces no es así. Después de aterrizar tarde en el despacho, recibir varios mail inesperados, discutirme con mis superiores y otros… he encontrado un momento de paz y puedo contaros como ha sido mi Sant Juan…

Jueves recibí una llamada inesperada de un «amigo» invitándome a Cadaqués con gente que apenas conozco, pero me apetecía salir de Barcelona, desconectar, así que acepté sin pensarlo mucho. Nos fuimos sábado antes de comer, sobre las 2, por el camino paramos a tomar algo y llegamos cerca de las 5. Hasta las 7 no teníamos que empezar a prepararnos así que aprovechamos para dormir un rato (y para recuperarme de los mojitos de la noche anterior)… Más tarde, ducha, tejanos, camiseta y jersei para protegernos de la Tramuntana de la Costa Brava. Cogimos el coche dirección Cap de Creus, una vez allí, nos vajamos y primera sorpresa: alguien tocaba una guitarra… paisaje perfecto acompañado de un sonido sobrecojedor que te envolvía… Nos sentamos fuera, hacía un poco de viento (habitual…) pero se estaba bien. Primera botella de vino blanco y algo para picar… mejor entramos y cenamos… cena con gambas, almejas, ensalada buena y lubina con patatitas y cebolla después… más vino… «pastel» de Sant Juan ya que había un Juan entre nosotros… más vino… mejor salimos fuera que ahora ya hace un poco de calor (3 botellas de vino entre 4 pax)… Tercera sorpresa (porque la segunda fue la cena…) cantante de color, tipo Bob Marley (aspecto y voz) espectacular! sin viento, de noche y con estrellas, la luna, más vino, Cadaqués… (incluso a lo lejos se veía Begur)

Ya os imagináis cual es la cuarta sorpresa, no?! aunque parezca mentira…

Besos