o de la llegada del fin del mundo predecida de una crisis.

El martes pasado estuve en una reunión en la que se habló del tema de las procefías del fin del mundo.

Ayer martes un Networking en el que baticinaron la peor crisis de los últimos 50 años.

Tengo miedo de que llegue el próximo martes…

y he hecho una excepción con el titular 🙂

_podría hacer como la comunidad mágica de Harry Potter y llamarle ‘la innombrable’ o algo similar_

Hay una relación demostrada entre el número de veces que la ‘palabrita de marras’ aparece en los medios y la situación de psimismo y/o crispación de la población. Y la población somos todos nosotros que vivimos en la sociedad y territorio que compartimos. Por lo tanto yo soy la población, por lo tanto si yo digo ‘eso’ estoy deprimiendo y/o crispando a quien me lea o me escuche y por lo tanto me deprimiré y/o me crisparé.

Es PNL. Cuando te sientes deprimido, dices a todos que estás deprimido y caminas con la cabeza baja, la espalda curvada y un mueca triste en los labios,… Tu alrededor se deprime, no ves salida y todo es triste. Cuando estás feliz, sonries, caminas como erguido, cabeza alta, casi como dando saltitos,… Tu alrededor parece mucho más aleger, encuentras soluciones, buena disposición… Pues está demostrado que si estás depre pero te obligas a caminar erguido y sonreir tu cerebro se ‘reprograma’ y empiezas a sentirte mejor. Y es que hay veces que nos reímos de según qué o quien y resulta que después tienen razón, como decía Leticia Sabater: ‘Sonríe y la vida te sonreirá’.

Así que no, no pienso decirlo. Ahora tenéis que imaginaros que estoy con los brazos cruzados, morritos apretando labios y balanceándome por la cintura de derecha a izquierda y viceversa como una niña que no quiere decir un secreto.

La población ha estado viviendo con unas gafas rosas puestas hasta para dormir y ahora los cristales se han roto y hemos descubierto que es todo tan gris como hace unos años atrás.

Y es que nos quejamos de que nos traten como borregos cuando en verdad nos gusta comportarnos como tales. Y lo siento mucho si alguien se ha ofendido con este comentario, pero por el momento los blogs son reductos de libertad de expresión 🙂

Por supuesto que ha subido la cesta de la compra, o el coste del consumo medio, o la cuenta del super, como queramos llamarlo, pero es que durante años nos hemos comportado como niños en una tienda de golosinas, y ahora nos hemos dado cuenta de que tenemos una paga y no podemos comprarlo todo.

Hace no tanto tiempo la gente se compraba un piso para emanciparse (fuera porque se casaba o porque se cansaba de lo que tenía hasta el momento), los pisos subían de valor escalonadamente y eran un inversión segura para los que se compraban uno. Conseguir una hipoteca no era muy complicado, pero no te la concedían por las barbaridades de hace un año.
Nos decían que un piso duplicaba su valor y en lugar de plantarnos y decir: ¡no me da la gana de pagar esa barbaridad! y dejar de comprar pisos , ¿qué hemos estado haciendo? ¡Pues lanzarnos a la carrera por conseguir uno lo antes posible no sea que suban! y vaya si subieron… pero fue porque a todos nos dió la fiebre de comprarlos a cualquier precio. Y es que, como todos sabemos, si no hay demanda, la oferta no sube, baja. Y nosotros nos hemos lanzado a aumentar la demanda.

Lo mismo hemos hecho con los coches, los viajes, los relojes de marca, los bolsos de firma (que no siempre sabemos quien los firma en verdad)… Los ricos se han hecho más ricos, y para que los no tan ricos no se quejaran tanto les ayudaron a hacerse semi-ricos y estos a su vez… hasta que no ha quedado nada de dinero que repartir. ¿Y ahora qué?

Ahora nos quejamos.

Y yo me permito imaginarme qué hubiera pasado si cuando subieron los pisos no los hubieramos comprado, o si cuando subió la leche hubieramos dejado de comprarla, o cuando nos vendían coches e 30.000 Euros nos hubieramos comprado uno de 9.000 Euros…

‘deshazte de lo viejo para dejar paso a lo nuevo’ es una de las recomendaciones del Feng Shui. Pero no sólo es aplicable a tirar ese walkman, roto ono, pero que no utilizamos, o cambiar esa cortina que te da mal rollo o te agobia, o desprenderte de los objetos que te recuerdan pasados que no siempre son agradables. Es tan simple como que si tienes el espacio ocupado por una lámpara que no funciona no puedes colocar una nueva que ilumine la habitación. O si tienes una sartén que se pega no puedes traer una nueva para que los huevos fritos no se te peguen. Se ha dejar espacio para lo nuevo y que funciona.

Si cambiamos ‘viejo’ por ‘pasado’ y ‘nuevo’ por ‘futuro’ el mensaje también es una actitud, una forma de vivir el ‘día a día’. Nos dice que dejemos atrás, que releguemos y si es necesario que olvidemos (eso tan difícil, al menos intentarlo) lo doloroso del pasado. La experiencia queda, pese a que dejemos de darle vueltas a su causa. Sólo así se puede vivir el presente construyendo el futuro. Se ha de dejar espacio para el futuro.

Si cambiamos ‘viejo’ por ‘malo’ y ‘nuevo’ por ‘bueno’ se convierte en un mensaje positivo. Si conseguimos creerlo transforma nuestra existencia en un valor positivo. En la confianza, que no la esperanza, de que lo bueno llegará. Se ha dejar espacio para lo bueno.

cada día me asombro de la capacidad de nuestra mente. No estoy hablando de las capacidades asociadas a lo esotérico como la telepatía, la clarividencia… Estoy hablando de las cotidianas. Los mecanismos de defensa que desarrollan en según que situaciones, la capacidad de concentración, de escojer los sueños (lo que Jodorowsky llama sueños lúcidos), de pensar en dos cosas a la vez, de grabar en la memoria los miles de imputs que recibimos a diario, de tomar decisiones basandonos en experiencias que no recordamos ni a veces son nuestras…

Me he decidido a empezar a escribir en este blog (gracias laura) porque hay muchas cosas que me hierven en la cabeza y que a veces hasta me la saturan. Espero que este sea un buen vehículo para volcarlas y hacer sitio a las nuevas (como en el Feng Shui que recomienda desprenderse de lo viejo y roto para dar entrada a lo nuevo y que funcione), y también, porque no, para transmitirlas y compartirlas.

¿Por qué hoy? Pues no lo sé. La verdad es que la decisión parece ser que la tomé hace ya unos días. El ser humano evoluciona constantemente y en su evolución produce ‘daños colaterales’ a quien está a su alrededor.

En mi estadio de evolución actual he sufrido mucho, así que ya harta de pasarlo mal hace dos noches me metí en la cama deseando, pidiendo (quizás sería mejor decir pidiéndome) un sueño conciliador, un sueño que fuera un adiós a lo que me rondaba para poder seguir adelante. Y lo tuve. En un momento del sueño tuve la oportunidad de decir adiós con un beso amable, sincero y lleno de amor tranquilo a mi pasado que recibió con la ignorancia de no saber que era el último.

Lo que pretendo explicar es que somos capaces de mucho más de lo que creemos y que si tenemos el valor podemos seguir explorando esa mente desconocida y aprender de nosotros. Y eso es lo que me gustaría hacer a través de este blog.

Se que me he extendido demasiado y que no parece muy claro lo que digo, pero esto es sólo una presentación (como esos prólogos larguísimos de los libros) y prometo que los próximos serán más ‘levaderos’

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